"No tenemos derecho a conocer el destino...pero nada nos impide adelantarnos a él."
Destinados a cambiar los abucheos del fin de semana por una gran fiesta en la tribuna, saltaron los Tigres a la cancha del Estadio Universitario. Desde el calentamiento y hasta el silbatazo inicial se veía la garra y el hambre, de este equipo, por cambiarle el ánimo a su afición.
Ante 36 mil aficionados, salieron a la cancha y desde los primeros segundos tocaron la puerta del Puebla. Se salvaron los camoteros, pero no sabían que más tarde se irían con una goleada en su contra. Todo sería alegría para los felinos.
Minutos más tarde cayó la anotación. Juninho, quién salió como el mandón del medio campo con la cintilla de capitán, disparó de fuera del área para marcar el primer gol de los auriazules. El esperado por toda la afición. En un abrir y cerrar de ojos, Emanuel Herrera, marcó el 2-0 cerrando la pinza dentro del área. Su noche apenas comenzaba.
Corría el minuto 23, cuando en un tiro de esquina Rivas se levantó dentro del área y cabeceó; sin mucha dirección a portería, pero con una pizca de suerte, Pizarro encontró el esférico para simplemente empujarlo al fondo de las redes.
Motivado por su llamado a la selección nacional, Alan Pulido, sigue levantando la mano. Tras presionar fuerte al portero, le robó el balón, para después, con clase y categoría, hacerlo a un lado, pasearse por el área chica y tocar suave a gol.
El Volcán en erupción, la tribuna pintada de azul y amarillo, los tambores batientes y los cánticos de aliento. Tigres ganaba, goleaba y gustaba. Pero eso no era todo. El pampero Herrera, sacó tremendo riflazo de fuera del área, raspó el travesaño y picó dentro para el quinto tanto felino. Pedazo de gol que solo marcaba la pauta para lo que estaba por venir.
Tras el 5-0 los festejos continuaban, la hinchada se preparaba para el descanso, pero la noche solo podía mejorar. Danilinho y Pulido, seis toques, tres paredes, y adentro. Alan marcaba el sexto para la causa felina y pide a gritos su boleto a Brasil.
Llegó el medio tiempo y ante la sorpresa de todos, Lucas Lobos salió al rectángulo verde. Movimientos de calentamiento, un pique por aquí y otro por allá. El ídolo felino se preparaba para entrar.
Para la parte complementaria, Juninho y Pulido, dejaron sus lugares al Gringo Torres y Lobos. El argentino, temeroso por los abucheos del último fin de semana, tocaba fácil para apoyarse en sus compañeros y así agarrar confianza para lo que se venía.
Apoyado por los Libres y Lokos, desde la primera mitad, con su cántico tradicional, Lobos filtró un balón para Herrera. De argentino para argentino y olé; a cobrar. El Tanque marcó su primer hat-trick en México.
Con la tribuna entregada a él y con grandes pinceladas durante el juego, solo faltaba Burbano de hacerse presente. Y así lo hizo al 89', para cerrar con broche de oro su mejor partido en la escuadra de Tigres.
8-0 terminó el encuentro a favor de los universitarios. Con 15 puntos y con calidad de invictos en la Copa Mx, Tigres dejó atrás los abucheos para convertirlos en aplausos. El domingo buscarán trasladar esta fiesta del Estadio Universitario, al Omnilife, dónde su afición ya planea hacer su invasión.