Su forma de jugar; rápida y exquisita; fue enamorando a propios y extraños, ganando seguidores tanto en España, como fuera del país.
Su gran figura: Carlos Vela; joven mexicano de 23 años, goleador, motor y alma del equipo. Es como una estrella para los Txuri Urdin, sus actuaciones lo hacen brillar y su luz guía al equipo a nuevos horizontes.
De la mano de Vela llegaron a Champions, y de la misma mano de Vela superaron su primer obstáculo llamado Olympique de Lyon.
El juego vertical, los cambios de ritmo, las triangulaciones de Vela, Griezmann y Seferovic, todo desapareció. Nada de lo que había hecho triunfar a la Real Sociedad se demostró en el terreno de juego.
Unos cuantos intentos durante la primera mitad, que los pudieron adelantar en el marcador, pero nada contundente para marcarlos amplios favoritos. Y así mismo lo dijo Vela: "...las ocasiones que hubo al principio eran casi todas nuestras y nos faltó meterla, eso es lo importante en el futbol."
Me quedo con las declaraciones del mexicano al final, quién tomando su papel, nuevamente alza la mano y prende la vela para guiar a los de Anoeta. En pocas palabras, sabe que falta experiencia, es un equipo joven con mucho por aprender y está dispuesto a cargar con esa presión de ser, quizas, el jugador con más partidos en esta competición.
“Tenemos que aprender todavía mucho, este es un equipo muy joven, es su primer partido en Europa y quieras o no hay que aprender mucho de equipos con experiencia y seguir trabajando para intentar sumar los siguientes partidos y también no descuidar la Liga”, mencionó.
Emocionense y prendan su veladora por la Real Sociedad, ellos ya lo hicieron y tienen su mirada fija en el objetivo. Se vale soñar...
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